Hace un momento
-mientras sonaba en tus ojos la melodía de la luz-
vinieron las sombras: tienen todas el color
azul
de esos ojos ardientes
que son los tuyos;
todas tienen un color
igual
al de las noches de estío
en el tapial de tus párpados.
¿En qué tarde vinieron a buscarte
entre mantos de tristes alamedas
y almendras tostadas en las puntas de las lenguas gustosas?
¿En qué tarde, tan temprana
trajeron las voces -del olvido inmediato
y cuartearon el aire con un silbido de gloria?
Hace un momento
-mientras vibraba en tus ojos la tonalidad del mundo-
cayeron los astros
locos y eclipsados:
tenían el rostro dulce, lleno de estrellas con mil puntas;
y bailaban la danza nunca vista
de los tibios y exquisitos pasos vacuos.
Todo es un interior ahora;por eso nadie puede verte.