PLAGIO

«No hace nada, pero lo hace mal, recordó
»
La caída, El hombre del antifaz azul, Alejandra Pizarnik

Sombras en la noche invadieron lo que no cuidamos.
Se embestió sobre el campo del cuerpo.
Se quiso enmudecer el canto de las pieles desvestidas
que embellecían a la esperanza.

Y si se mudaron a la casa de mis ojos
¿cómo no corro hasta la tarde
que nace detrás de mi mirada?
¿Por qué no insisto
y me obligo con máscaras
y me canto?

De llanto se ha bordado cada instante.
Yo mastico la inocencia como un animal enfermo
repleto de espinas
que le entorpecen dibujar el Sol.

Pero ellas y yo entendemos
que el Sol tiene el sabor de la figura ausente.
este manto cubriéndote las manos
te aparta, no lo niegues
El hombre que pasó
corriendo ante los ojos de la inmensa niña,
vestía de negro, las manos
enguantadas buscaban
un lugar
donde morar
la huída.
Cada mancha.
Cada paso en la penumbra.
Cada decir no dicho.
Cada movimiento sonoro.
Cada ojo en la pared en el encierro
provocando los miedos
a la espera de otro gran comodín;
el miedo mayor.
Cada noche.
La quietud me desconcierta:
Todos esos cuadros, sus colores
de dulce estrangulación en la nada, de cómica
inmovilidad, de esos ojos
que miran en la noche
debajo de los cielos dormidos, buscando
un nombre para ahogar.
¿Por qué no toco mis manos
y me llevo, a tientas
en esta noche de nadie?

La quietud me desconcierta.
Pero bailar es quebrar la pintura
a la que pertenezco.
Me acordé que "lo que es tan fascinante sobre las orquídeas es que cada una de estas flores guarda una relación específica con el insecto que la poliniza. Hay una cierta orquídea que se ve exactamente como cierto tipo de insecto, y de esta forma, el insecto es llevado hacia esta flor y no a otra.
La flor es su doble, su alma gemela, y el insecto no quiere nada en el mundo, más que hacerle el amor. La penetra y se va, vuela y poliniza a otra alma gemela, vuelve a hacerle el amor. Y ni el insecto ni la flor van a entender nunca el significado único de su acto. ¿Cómo podrían ellos saber que gracias a su minúscula danza el mundo gira? Pero lo hace. Simplemente por el hecho de hacer aquello para lo que fueron diseñados, algo grande y magnífico sucede."

John Laroche
"Empecé a escribir cuando alguién me hizo daño... Me enamoré tres veces, una, dos y tres. Tú eres el número tres. Debo de reconocer antes de todo que mi insoportable vanidad no me permite mostrarme tal y como soy, pero de todas formas dejaré que las palabras fluyan por si solas y se viertan sobre el papel del modo mas inconsciente posible. Confio plenamente en la única parte de mi que me llena, este espectro imaginario al que llamo inspiración; a él le cedo todos mis sueños, como a un amante que, a tientas intenta reconocerme. ¿He dicho amor? Perdonadme..."

Jo Alexander, Extrañas criaturas
Pintar una imágen en photoshop.
Prueba 1.

Tiempo de nada



Anotador cubierto de letras viejas para rayar novedades
"Nada peor que el artista que considera que su misión no consiste en otra cosa que en encontrar una voz propia e inconfundible.

(...)

La técnica le concedía 10 o 15 segundos para que se separase de la cámara y acudiese a la escena que iba a ser fotografiada, pero cuando se producía el clic que detenía el tiempo, no había nadie tras la cámara. Es el autor de lo mejor de su obra: nadie, un desconocido mediante
el cual trataba de formularse a sí misma y, también, por qué no decirlo, salvarse."


Sobre Francesca Woodman
EL MUNDO 8/11/04
Volver;
la noche cae como lluvia en los párpados abiertos.

No he de volver.
Otras son las manos que llaman desde acá:
Entre estos hilos infinitos
y tersos, brillantes a la luz
como baba de caracoles andaluces

que hacen de mí
un interior exhausto
y primitivo;

que hacen de mí
una casa vacía
y verdosa.
Son otras las manos que llaman desde acá:
Pidiendo púrpuras eccemas
zurcos de sal, blanquísimos
como un manto vírgen en penumbras.

Ellas;
hacen de mí la herida.
Las callecitas de Buenos Aires III

La plaza de Retiro y los pibitos
de la esquina acobachados
con la P de Paco y Poxi.
Los puestitos de alfajores y gaseosa
calientes por el sol
de las tres de la tarde.
Retiro;
y ese miedo
a que te afanen y no vuelvas
a tu casa de más allá de la autopista.

Pero Retiro y el reloj,
la torrecita del encuentro
para no perderse por primera vez
antes de aprender el subte
y la combinación trescientos veinticuatro
que te deja a dos cuadras,
donde también te afanan
el billete corto, que traias
para los cigarrillos del día
y un café de plástico
entre los autos como balas.
Las callecitas de Buenos Aires II

En San Telmo el caracol
de la plaza del centro
con alambres y guirnalda
desde el techo de las telas.
Un ámparo de los días
melancólicos de hierros;

figuritas y juguetes
ropa sucia retro fashion.

En San Telmo la vereda
de los parches coloridos
con adornos del ahora
viniendo desde atrás

y un café entre la locura
de algun tango con micrófono,
un vestido como oro
diez tacitas porcelana
como viejas enjoyadas.

En San Telmo un saco roto
sin bolsillos ni monedas
y un millón de compradores
extranjeros de lo verde

que en la música se ven
entre gorras y tambores
y un minuto de nostalgia;
en la calle del antaño.
Las callecitas de Buenos Aires I

Corrientes; callecita-calesita.
Cabecita de abc, de sinónimo
de librito verde y borroneado.
Callecita del diluvio
de los puntos y las comas
y las íes como clavos.

Corrientes; cabecita tinta china.
Librería enormísima de esas falsas
historias de encuentro, de sinónimo
de conjugación apropiada.
Calesita de oraciones, de poetas;
innombrables y millones.
Ella olvidaba los retazos más importantes de su vida a la hora de despertar.
Él, con sumo cuidado, preparaba el desayuno;
y entre el té y el azúcar
ponía aquellos pedacitos que ella
iba a beber sin darse cuenta.
Pensé que diciendo las cosas de la forma más exacta, iba a lograr calmarnos. Pero no hice más que ruído y un bollito nuevo para el cesto de los rencores.
Vuelan de acá hacia allá
los pocos animales de ensueño
a los cuales mi piel
no pudo arrancarles un ala.
Esta manía de saberme en partes
en terrones de sal, en agujeros
de la lana de un pullover;
esta forma inmensa
de reconocerme sin formas

cada mañana, cuando olvido los desayunos
y concentro en los ojos
las imágenes de llovidos duelos

me lleva a comprender la astuta vitalidad
de quienes no concentran
las ranuras de sus maderas
en rajaduras inmensas.
De las cosas que me inspiran I ► Romeo está sangrando
Tengo miedo de enfriarme
en el silencio humedo de estas cosas
que desde hace tiempo cantan y hasta gritan
la misma melodía tediosa
de un crepúsculo ahogado.

El sol no está de mi lado, gimo;

entre tanta rienda suelta
acomodo mis dientes y amanezco
otra vez, como quien amanece en plena muerte.
Nadie hay
en los crepúsculos de la huída.
Me repito:
Hay que volver
al instinto de las formas
ahí, o en ningun lado
está lo que buscamos.
Escribió su nombre en una baldosa, con tiza, bajo la lluvia.
Quería olvidarlo.
tiempo de nada todos los viernes del mundo en feria batata

tiempo de nada es un proyecto palpable que reune un conglomerado de papeles reciclados a transformarse, entre otras cosas, en libros, postales y collages

además en la feria batata hay ropa, compañeros de trapo para sacar a pasear, una editorial independiente que se llama morosophos, tazas de té pintado, dibujos, gatitos de tela, más dibujos, cuadernos forrados en tela y estreptococos

calle 1 nº221 e/36 y 37 | a partir del primer timbre
Extracciones de la virtualidad I

Gainsbarre: ¿Seguís por ahí?
Adentro es el nuevo afuera: Así es
G: Que bueno. ¿Qué hacías?
A: Melancolía

(...)

G: Dale, desembuchá.
Knockitoff / Lemonsong
Primer Hombre Internacional
Demo de descarga virtual
Septiembre 2009