Me acordé que "lo que es tan fascinante sobre las orquídeas es que cada una de estas flores guarda una relación específica con el insecto que la poliniza. Hay una cierta orquídea que se ve exactamente como cierto tipo de insecto, y de esta forma, el insecto es llevado hacia esta flor y no a otra.
La flor es su doble, su alma gemela, y el insecto no quiere nada en el mundo, más que hacerle el amor. La penetra y se va, vuela y poliniza a otra alma gemela, vuelve a hacerle el amor. Y ni el insecto ni la flor van a entender nunca el significado único de su acto. ¿Cómo podrían ellos saber que gracias a su minúscula danza el mundo gira? Pero lo hace. Simplemente por el hecho de hacer aquello para lo que fueron diseñados, algo grande y magnífico sucede."

John Laroche