Otras son las manos que llaman desde acá:
Entre estos hilos infinitos
y tersos, brillantes a la luz
como baba de caracoles andaluces

que hacen de mí
un interior exhausto
y primitivo;

que hacen de mí
una casa vacía
y verdosa.
Son otras las manos que llaman desde acá:
Pidiendo púrpuras eccemas
zurcos de sal, blanquísimos
como un manto vírgen en penumbras.

Ellas;
hacen de mí la herida.